No suelo escribir en el blog sesiones de las quedadas, al estilo de Zoroastro, pero esta vez haré una excepción (seguro que no será la última), debido a que ayer descubrí dos grandes juegos, que me lo hicieron pasar estupendamente.
En primer lugar, un juego bastante desconocido: Conquest of the Fallen Lands, de Assa Games.
Los jugadores somos nobles al servicio de un rey, y tenemos la misión de liberar las tierras conquistadas por las fuerzas del mal. El tablero es modular, con hexágonos. Cada hexágono tiene un número, que representa la fuerza del maligno enemigo en ese territorio. Para realizar las conquistas contamos con cartas que representan ejércitos y fortificaciones. Cada carta tiene un valor de ataque y otro valor de apoyo. Para jugar una carta, necesitamos tener a nuestro servicio al personal que pida esa carta, que puede ser una cantidad variable de guerreros, magos y artesanos. Una vez jugada una carta en un territorio, queda ahí para toda la partida. Nuestra fuerza de ataque es la suma del valor de ataque de la carta, más el valor de apoyo de las cartas de los territorios colindantes. Y ahí está la gracia del asunto. Una vez que una carta queda sobre un territorio, presta apoyo a las zonas colindantes, sea quien sea el jugador que va a realizar la conquista. Al fin y al cabo, somos nobles al servicio de un mismo rey, y se supone que tenemos que ayudarnos. Es decir, tienes que tener en cuenta que cuando colocas una carta en un territorio para conquistarlo, puedes estar facilitando otras conquistas a tus rivales-compañeros. Una vez conquistado un terreno cobras tantas monedas como la fuerza enemiga que había en ese terreno. Al final de la partida, gana quien más dinero tenga. Pero el dinero hay que gastarlo para poder contratar los servicios de los artesanos, guerreros y magos. Además también podemos pagar para que nuestros magos nos proporcionen más cartas o nos transporten ejércitos a otro lado del tablero. Es decir, para ganar, primero hay que invertir, pero sin pasarse.
El juego es muy bueno, en mi opinión. Tiene una duración anunciada de 90 minutos, aunque a mí se me hizo más corto. Se explica fácilmente. El único "pero" es que es caro (es autoeditado) y difícil de conseguir. En España es distribuido por El Viejo Tercio, así que se podrá encontrar en alguna tienda física, pero a un precio algo escandaloso de unos 50 euros. En tiendas online americanas lo he visto a unos 35 dólares, pero sumando envíos también sale por un pico. Pero aún así, este juego cae. Seguro.
En segundo lugar, un juego muy conocido y con bastante prestigio, pero que hasta ahora no había podido probar: Acquire, un clásico de Sid Sackson. De este juego, poco puede decirse que no se haya dicho ya. Quizá el padre de los juegos de economía, con mecánicas sencillas, elegantes y completamente funcionales. Cuando juegas a un juego diseñado en 1962 y te parece actual, es que estás ante una maravilla. De este juego se ha hablado mucho y bien, así que no voy a explicar más. Podéis leer una reseña de Dajial en la BSK.
Dos juegos estupendos, cada uno en su estilo. Y con ediciones muy cuidadas. No los dejéis pasar.
NOTA: Todas las imágenes de esta reseña proceden de BoardGameGeek.
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